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miércoles, 22 de agosto de 2018

Aborto

Empiezo este post con algo que no he podido digerir aún y creo que ha marcado cómo me estoy sintiendo ahora mismo. Hace un año que aborté, hace un año que tomé una decisión difícil para mí pero necesaria. Y sigo teniendo sentimientos encontrados, llevo una semana muy mala, pero no sé si es un acúmulo de cosas o es el acúmulo de emociones que se han anidado en mí por no saber y no ser capaz de gestionarlas.
No sé ni cómo seguir escribiendo. Siempre enfoco mis problemas en lo externo, en los hombres, en las relaciones sexuales, en las relaciones personales, pero el núcleo de todo ello soy yo, mi actitud, mi manera de ser, mi manera de actuar y de tratar, mi manera de expresar cómo me siento.
Estos meses me di cuenta que me utilizo constantemente para que ellos estén pendientes de mi, para que me amen, me deseen, mi vía es el sexo, mi arma es mi sexualidad, mi cuerpo....  Y me dejo llevar por ese pensamiento y ese credo de que lo que yo valgo depende de esa atracción sexual. Y nadie espera nada más de mí. Me vendo al mejor postor, y ellos lo saben y cuando son capaces de decirmelo, esa verdad aplastante me ofende, porque no se digerirla y me cala tan hondo que acaba mermando la poca autoestima que tengo aún en pie, firme y trabajada durante estos años. Es eso lo que le esperaba a ese bebé? A mí bebe? Una madre llena de inseguridad y de miedo, de incertidumbre y de ansiedad? Qué podría yo enseñarle a ese bebé? El miedo que me da que pueda querer tanto a alguien que pueda llegar a perder?
Hace dos meses decidí que no quería conocer a una persona mediante el sexo, quería conocer a una persona que realmente se interesara por mi, por mi manera de ser, por mi mente, pero he vuelto a cometer los mismos errores que siempre, me genero unas expectativas que son ilusorias y que no me llevan a ningún sitio, porque todo está dentro de mi cabeza y no dejo que las cosas fluyan, no dejo que yo fluya, soy una constante situación cíclica dentro de mi, como una lavadora con el botón de centrifugado automático, constante....
Conocí a un chico, y lo volví a hacer, me descentré de mí misma y me acosté con él aún a sabiendas que eso no era lo que yo quería, porque yo quería desnudarme el alma con alguien, no el cuerpo. Pero aún no he descubierto cómo hacer eso sin sentirme débil o frágil o usada o violada.
Y no es que los demás me utilicen sino más bien que yo me dejo usar, como también uso a los demás, los utilizo cuando a mí me convienen y acabo generando relaciones de interés y conveniencia. Relaciones de dependencia mútua. Por lo tanto, ¿cómo puedo ser capaz de respetar a los demás y de tenerlos en consideración si soy la primera que los trata como "cosas"?
Cuando pasó todo lo de A. y todo me refiero a su situación legal, a nuestra relación, sé en el fondo de todo, que yo quería quedarme embarazada porque veía que era la posibilidad más cercana de formar una familia, de contenerlo a mi lado, resultó que cuando me cegué tanto por él, no fui consciente de que lo que hacia, podía perjudicarnos a ambos, no estábamos preparados ninguno de los dos, yo fui la culpable de quedarme embarazada, y fui yo la que pudo haber optado por protegerser y no haber tenido que pasar por todo el proceso de la decisión de abortar.
Lo que analizo después de un año es, ¿Por qué dejé que pasara? porque en el fondo sabía que una decisión como la de ser padres no se toma a la ligera y él no iba a querer tener un hijo conmigo y más cuando acabábamos de conocernos apenas un mes... era ridículo.
Pero yo fantaseaba con la idea de ser madre y formar una familia, sin tener apenas una relación consolidada y sin apenas conocernos. Creí que ese cuento de hadas fantástico en mi mente podía hacerse realidad chasqueando los dedos. Lo que la realidad fue más brusca y cuando me di cuenta de que estaba embarazada, todos mis miedos e inseguridades vinieron de golpe.
Todos los reproches que le hice a mi madre, las viviencias personales con mi padre, ¿qué sería de aquel bebé si algún día nos separábamos? ¿y si a él lo extraditaban?. Yo no tenía una vivienda, ni un trabajo fijo, ¿Cómo iba a mantener a ese bebé? por mucha ayuda familiar que tuviera, estaba utilizando los mismos patrones familiares de los que huía desde pequeña. No me quería parecer a mi madre, ni quería un padre ausente.
Me dio tanto miedo, tantísimo miedo no estar a la altura de ese bebé, de sus anhelos, de sus deseos, de sus necesidades; alguien que dependía de mí totalmente, que su vida dependía de mí...
Llevaba 3 meses embarazada y no lo sabía, no lo sabía.
Y tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida en apenas 10 días, sin saber qué iba a hacer, cómo me iba a sentir luego y si algún día, llegaría a arrepentirme.
hace poco escuché, y no ha sido la primera vez qué, hay oportunidades que solo suceden una vez en la vida.
Hay muchos días que me arrepiento de la decisión que tomé pese a ser consciente de que fue la correcta en ese momento, porque pienso que mi vida hubiera dado un giro de 360º, aunque aún no sé si para mejor o para peor.
Me arrepiento de haber sido tan egoísta y de haber tenido que desprenderme de algo que era parte de mí, un trozo de mi ser. Pero, ¿Y si hubiera sido infeliz? ¿Y si todo me hubiera sobrepasado y le hubiera dado una vida que no se merecía ese bebé?
Sé que lamentarme de una decisión que no tiene marcha atrás es absurdo, pero necesito contestarme a estas preguntas y cerrar esta etapa de mi vida, igual que cerré la de A. Porque abortar ha mermado en mí y tengo que averiguar qué es lo que ha removido en mí que no quiero ver...
Quiero ser madre. Ser madre va a suponer implicarme de una manera altruista y desinteresada en otra persona y asegurarme de su bienestar y protegerle toda mi vida, significa que hay un ser más importante en mi vida que yo misma, significa relegarme a un segundo plano y enfocar mi amor en ese ser.
Para mí, ser madre es traspasar esa fortaleza y energía de madre a hij@.
Y siento que aún no estoy preparada y siento también que nadie hoy por hoy, quiere formar esa familia a mi lado y eso me asusta todavía más.
Porque eso significa traspasar, traspasar esa parte de mi que me asusta y me aleja de los demás, esa parte mi YO escondido que tanto miedo me da.
Es comprometerme conmigo misma y con el otro. Sin juzgar, sin vejar, sin humillar.

Formar un vínculo con la otra persona, intimar, desnudarme por completo.
Y eso me asusta.
Me asusta porque intimar supone para mí ser transparente, es despojarte de todas tus caretas, de tus barreras mentales, es que la otra persona te conozca realmente, con tu cara desmaquillada, con tu mal humor, con tus incongruencias, con tus salidas de tono, con tus ganas de llamar la atención, con tu ridículo, con tu peculiar manera de combinar, con tu forma de bailar, con tu manera de expresarte, con tus manías, con tus defectos, con esas partes de ti misma que odias y detestas! y con todo lo que aún ni tan siquiera sabes de ti misma; de tus sueños, de tus proyectos, de tu fortaleza... y que después de todo eso, siga creyendo en ti.







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