Powered By Blogger

sábado, 19 de febrero de 2022

ALICE

Contigo...

Mi pausa, necesito pararme. Cierro los ojos para escucharme, sentir lo que mi mente quiere enseñarme. Tengo un hueco cerrado, que a veces sale, que a veces me muestra mi oscuridad. Lo que me duele, lo que me frena. Me entierro en mí misma porque no puedo dejar que me veas así. 

Tan débil.

Yo que te vendo mi sonrisa, como una marca de fortaleza. Te vendo mi vida como una lucha constante de firmeza.

Y cuando estoy sola, me hundo y me miro al espejo sin saber a veces reconocerme.

A veces solo necesito pararme, parar, frenar la vida, detenerse, que se ponga en pausa. 

No puedo más. No puedo escapar de mí. Solo quiero respirar profundo, renovar mi aire,  oxigenar mis pensamientos y olvidar que no estás.

Y yo que soy solo fuego por dentro, me quemo sin tus palabras, y sin tu mirada. Me haces débil y vulnerable. Te alejas de mí y yo me voy alejando de mí. Como mercurio rompiéndose en pedazos al caer al suelo, me desvanezco, mi mirada perdida no encuentra consuelo. 

Me golpeo contra el suelo y no noto dolor. Me he anestesiado con tu ignorancia.

Pero a veces necesito golpearme, desconectarme, no sentir nada. Desenchufarme de mi. 

A veces solo me encuentro en mi dolor. 

Me recupero cuando me permito abrazar mi dolor, mi espacio de contención. No puedo estar por ti, estoy inmersa en mi dolor. No tiene razón ni lógica, solo siento que debo abrazarlo, y detener todo lo que va deprisa, la vida, tu...

Mi vida. 

No es una carta suicida tranquila. Aún tengo fuego que quema, aún no me he convertido en ceniza, aún resiste mi mente, aún mi cordura me devuelve a la vida. 

Aún creo que merece la pena sosterneme, pero debo poner pause.

PAUSA,

constante...

 

y tu das un paso hacia adelante y yo me retraigo. Y doy un paso hacia atrás, instintivamente me alejo todavía más.

 

Pero hay LUZ.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario