Powered By Blogger

jueves, 26 de mayo de 2022

La espera

 Hola sobrasada :) llevo meses intentando sanarme, sanar esas pequeñas grietas que tod@s tenemos en nuestro corazoncito cuando nos lastiman, nos hieren, cuando nosotr@s mism@s somos los que nos herimos y nos lastimamos. A veces cuesta mucho saber en qué momento, un@ pierde su camino, en qué circunstancias un@ deja de SER para discernirse entre sombras y traumas. 

Siempre he intentando conocerme y escucharme, no automentirme (aunque duela) y sobretodo intentar soltar cuando no es la persona ni el lugar dónde quedarse...

Contigo.

Después de dejarlo con el brasileño, me encontré en una espiral de emociones, desilusiones, de tristeza. Que te rompan el corazón duele y mucho...

Y yo estaba fuera de mí, solo necesitaba desconectar de ese dolor y no pensar (el autoengaño)

Y qué fácil se me hizo cuando te conocí. Llevaba más 10 años sin haberme enamorado de otra chica. Y apareciste tu y es por eso, que me cuesta tanto desvincularme de ti.

Me diste otra razón para no escucharme, otra excusa para no atenderme, porque tú me necesitabas más que yo a ti (o almenos eso creía yo) 

Por eso me dedicaba mis horas de sueño a ti,  por eso intentaba hacerte feliz, hacerte partícipe de mi vida, también inconscientemente, quería cubrir todos los espacios posibles, para NO para NO atenderme. Pero es que, enamorarme de ti fue muy fácil. Y no fue porque  me ofrecieras un proyecto común, ni porque tuviéramos experiencias compartidas o porque actuáramos y vibráramos la vida en la misma frecuencia, NO.

Era porque ambas nos encontramos en un momento de necesidad mutua. Yo de salvar, cuidar y sostener a alguien para no tener que comfrontarme con mi propio sostén.

Tú, porque necesitabas que alguien te recordarse que amar, también es de valientes.

Las 2 abrazamos nuestros traumas. Pero no los pudimos sostener ni acompañar.

Sé que no eres esa persona para mí. Porque si lo fueras, te esforzarías en VERME,  en ver lo que SOY y todo lo que te DOY sin que me pidas.

Pero siento que no eres capaz de verlo, ni de valorarlo, siento que tal vez, no te importo como tú me importas a mi.

Me duele... porqué tengo aún sentimientos, frustrados, encontrados, dicotómicos, tóxicos...

Y duelen porque todos me hacen separarme de ti todavía más. Y no consigo desvincularme de ti.

Siento que esta historia no quiero que acabe, porque quiero que me entiendas, que me comprendas. Y quiero llegar a ser capaz de hacer lo mismo contigo.

Quiero comprenderte, entender tu mente, ser capaz de descifrar porque cuando alguien te quiere, le alejas de su vida? Qué miedo atroz te impide poder expresar lo que sientes realmente?

Me dejas, como ahora. Intento acercarme a ti y cada vez te alejas más... y yo ya pierdo mi energía, mi vibra, mi ilusión y mis ganas. Pierdo hasta mi dignidad, por forzar quedarme en un sitio en el que nadie me ha pedido que lo haga.

Y ese sitio es a tu lado. Y soy yo la culpable. Eh ahí la culpa que me carcome. La culpa de no haberte podido descifrar, de saber si realmente te importo!!

Me siento en la sala de espera, contando los días que faltan para que me vuelvas a escribir ( si lo haces...) contando cuántas decepciones me faltan para darme cuenta que AHÍ NO ES.

Y espero una respuesta por tu parte. Espero que me digas algo, que me aleje de ti, que me vaya, que no te escriba, que no te quiera más o... quédate, abrázame fuerte, espera, quiéreme...


Pero no sucede nada,

NADA.

Y no puedo dejar de pensar que la respuesta la tengo YO, pero me resulta muy difícil decirla. Porque a ti te da igual todo esto... (quiero pensar que no...)

Pero aquí me ves, intentado de nuevo descifrarte. ¿No te das cuenta de todo lo que puedo ofrecerte? ¿No te das cuenta de todo lo que TU puedes ofrecer?

Necesito cerrar esta etapa. Porque seguir vinculada a ti siendo "esto" algo errático, sin definir, un tal vez "amigas", "un tal vez", "algo que viene de lo de después..."

Sé que tengo que dejar marchar la idea que tengo en mi cabeza de lo que ERES y abrazar la persona que VEO.

Pero veo tu SER, y tu NO. Y eso es lo que me angustia. Veo el potencial que tienes, y todo el amor que puedes dar (darme) y no lo haces...

No puedo quedarme estancada en esta historia, porque no puedo más.  Para mí no eres una amiga, porque no puedo contar contigo, ni una ex, con su proceso "del de después ", ni un  tal vez" porque esa esperanza es la que daña y hiere.

Siento, en el fondo de mi corazón que teníamos que conocernos, para darnos cuenta de que hay otras formas de vincularse con alguien, más allá del sexo, de los traumas,... más allá del miedo.

Pero no hemos sabido mantenernos.

El autocuidado es necesario pero la cura y el cuidado del otr@ también.

Contigo he sentido esa ambivalencia y desapego, esa evitación constante de querer sentir, de querer que alguien sienta por ti. 

¿POR QUE?

Porque no quieres que te quieran? 

¿Tal vez no sabes querer mejor y te asusta la idea?

Y no hablo ya de relaciones amorosas, sino del apoyo, el cuidado, el ESTAR POR EL OTRE.

Aportar y sumar. Es tan bonito...

Tu misma pones zancadillas a tus logros y a tus metas, las envuelves de miedo y de bloqueos.

Pero yo ya no quiero estar aquí.

Ya no me basta con esperar... ¿esperar a qué? Invierto demasiado tiempo y energía en pensar en ti, en intentar entederte. Y no me compensa.

Ahora, por ejemplo. Espero desde hace días a que me escribas, a que me digas de vernos, si o si una tarde... a dejar todos mis planes a un lado, como si tuviera que parar mi vida para almodarla a ti. Y lo haría, lo he hecho. Lo hago, porque es la única manera de acercarme a ti, y a la vez, me voy alejando más de mí misma...

Alguien que realmente  me valora no hace eso.

Y no compensa dejar de pensar en cómo gestionas estas situaciones, ya no compensa hacerme la tonta, ni la ingenua, dejar de pensar en todo lo que me estoy perdiendo...

En todas las personas a las que podría conocer que SI me valorasen.

Solo quiero despedirme de ti, y no lo hago porque quiera, porque me cuesta horrores no saber de ti. Pero hacerlo también me comfronta con esos sentimientos de desapego que tu misma generas y extrapolas.

Somos tan diferentes... que lo único que me queda es retomar mi vida y no dejarla en manos del azar, ni del cualquiera que no sea capaz de ver la mravillosa y gran mujer que soy.

Ojalá nos hubiéramos conocido en otro momento, cuando tú disfrutaras de mí, de mi compañía, cuando no te diese miedo amar y que te amasen. Cuesta tanto amar bien.


Te deseo lo mejor en esta vida, aunque no quiera volver a saber nada más de ti, de corazón. Ya está, sé que esto no te va a hacer reaccionar. Ya no elijes tu, soy yo la que elijo irme de aquí para no volver, porque AHÍ NO ES.



Adiós Laura.


No hay comentarios:

Publicar un comentario