Es el instante con el que me cubres, lo que anhelo cada día.
Es arroparme con tu sonrisa y permanecer contemplativa ante la vistas,
amanecer en ese instante...
Es doblegar mi orgullo para que el presente se viva con intensidad,
dejando atrás lo pasado, devolviendo a nuestros besos su derecho.
La quietud del alma que no tiene rencor ni miedos,
ni despoja de la boca palabras que no han de ser escuchadas,
pues la mente está dormida, en el plácido momento del presente,
donde no hay nada a lo que temer ni a lo que dudar,
no hay personas ni lugares a los que ir... solo permanecer aquí contigo,
solo un instante fugaz que nos permita despertar de esta letanía a nuestros cuerpos
sin que los tapujos nos obliguen a cerrar nuestros anhelos,
a despertar en cuerpo y alma y tu ser yo, y yo ser tu....
Y que todo lo demás sea nuestro.
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