Powered By Blogger

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Abrir el corazón

Cuando eres consciente de tus miedos, de que te asusta formar una familia. Te da miedo fracasar en tus proyectos personales, en las expectativas que te vas haciendo en la vida conforme vas creciendo, madurando o cómo yo quiero llamarlo: conociéndote más. 
Porque cada vez hay menos tiempo y más ganas de hacer cosas. Los proyectos personales se vuelven más ambiciosos y la realidad se vuelve más cruda. Pero también más significativa, porque valoras más cada instante, cada momento de tu vida compartida con otras personas. y eso es maravilloso.
Inviertes tu tiempo también en otros y los otros lo están inviertiendo en ti. En conocerte más.
Y eso es algo muy valioso. Conocerse a uno mismo y dejar que otros te conozcan, con tus proyectos, tus ilusiones, tus anhelos, tus ideas, tus valores... eso es abrirse de par en par. ¡Eso sí que asusta!

Pero es necesario que abramos nuestro corazón, pese al miedo de hacernos daño, de que nos hagan daño.


la (in)estabilidad constante

En este preciso instante, en este momento exacto, me he visto en la necesidad de escribir, porque me invaden muchísimos pensamientos a mi cabeza, sobre cómo soy, y todo lo que logrado y no en la vida.
las metas que yo mima me puse, las que alcancé, las que dejé escapar... y las que aún me cuesta recuperar.

Hoy, en este preciso instante, estoy repleta de un mar de lágrimas y de emociones muy intensas, de mucha tristeza y melancolía, de incertidumbre, de gran y aplastante incertidumbre, esa que te aprieta, te asfixia y te ahoga, de esa que no te deja respirar, que sientes que va a poder contigo.
una y otra vez, luchas y luchas y luchas, y vuelves a sentir esa incertidumbre, ese golpe del destino, esa trampa de la vida, que no te deja parar, frenar, contemplar, únicamente has de seguir, y seguir, y seguir... pese a todo, pese al miedo, pese a la inseguridad, pese a lo desconocido, pese a no saber qué hacer.
Me siento fracasada, constantemente, poniéndome a prueba, Dios sabrá quién o el qué, o yo pierdo las fuerzas y la esperanza porque cada vez me resulta más difícil seguir, y seguir, y luchar y luchar...
Estoy cansada de ser una veleta al viento, de navegar y no saber hacia qué lugar, con qué rumbo, ¿Quién lleva el timón de mi vida realmente?
Creo que hago lo correcto, que mejoro en algunos aspectos de mi vida y de repente alguien me da una bofetada que remueve todo por dentro y me hace volver a sentir indefensa, insegura...

Y siento que defraudo a los demás, que les decepciono constantemente y no sé hacerlo mejor.
Quiero intentar reiniciarme otra vez, una vez, y cada vez, una vez más y otra y otra y otra ....

lunes, 4 de julio de 2016

Tu beso

¿Qué concepto tienes tu del amor? 
De lo que es vivir, del anhelo constante, ¿de la suerte de tenerte?
Qué buscas, que me buscas, que sucede cuando pierdes, cuando me pierdes.

Al estar lejos de mi (ti), el aire me sabe diferente, me trae tu sonrisa, me trae esos recuerdos vividos, esas frases hechas, esos primeros gestos. Tu beso.

Me he dejado atrapar por ti.
He estado buscándome en el camino mientras despojaba todos mis miedos, todas mis mierdas mentales.
He encontrado mi paz y de repente, tu.
Me revuelves, me traes amor, me traes alegría, me traes retos.

Me retas constantemente a que no tire la toalla, a que vuelva a creer que hay posibilidades de seguir avanzando sin miedo y volver a crear con mis manos sentimientos nuevos que plasmar sin dolor, Querer sin condiciones y quererte sin más, no esperar a que llames de madrugada ni a que me esperes en mi portal.
Reír sin parar, porque tengo motivos suficientes. Porque llorar sin motivo ya no es algo que me apetezca hacer.

Pruebo diferentes posturas que pueda seguir manteniendo.

Cogerte de la mano mentalmente y acariciarte con la mirada.
decirte entre cortada que me cuesta decir lo que siento pero que estoy aquí sentada, esperando a que sigas queriendo...

Que me escuches, que me toques, que me hagas el amor, que no haya dudas.
que me sigas conociendo....

domingo, 10 de abril de 2016

Cómo afrontar la palabra soledad

Hoy os quiero hablar de la soledad. De la palabra y sus derivados: estar solo, sentirse solo, etc...
Muchas veces intentamos crearnos un círculo de amistades y relacionarnos socialmente para crear ese vínculo, pero no todas las personas tienen esa habilidad social y/o comunicativa de agradar, encantar, simpatizar y conectar con otras personas.
Hay personas que lo pasan tremendamente mal en espacios sociales, con mucha aglomeración de gente, con personas desconocidas, fuera de su "zona de confort", llamémosle.
¿Y qué sucede cuando te encuentras en esa tesitura?
Pues que te empiezan a sudar las manos, tienes palpitaciones, estás nerviosa e intranquila... y resulta ser que tienes ansiedad. Son situaciones que tu cuerpo no tolera bien, porque tu mente le está diciendo: "ei! estás en una situación que no controlas, no estás agusto porque no sabes si esta gente tendrá buen concepto de ti" ... blablabla... palabrerías!
La mente nos está empujando a continuar en ese círculo vicioso de inseguridad e introspección...
El problema no es la parte física que se puede disimular de alguna manera, es lo que nos afecta y cómo nos afecta estas situaciones a nivel mental.
Porque somos seres sociales y cada día nos encontramos con situaciones similares a la anteriormente citada y debemos de aprender a saber gestionarlas. No se trata de comenzar a ser los más sociables del grupo, ni caer bien a todo el mundo, incluso a los que nos caen mal; sino aprender a estar en situaciones que no controlamos.
Y perder el control nos asusta, sí, pero dada la cirscuntancia nunca hemos podido tener el control de estas situaciones, porque todos los contextos son distintos, lo único que podemos tener control es de nuestras propias emociones, de cómo gestionarlas y aprender a fluir con ellas sin que permanezcan estáticas en esos momentos y nos generen ansiedad. La ansiedad nos hace tapar nuestras propias habilidades comunicativas y nuestra manera de ser.

Por eso, muchas personas que no saben gestionar sus emociones, y les asusta sentirse inseguros, inferiores delante de un entorno social desconocido, optan por rehuir de estas situaciones, de poner excusas a los amigos para no ir a según qué sitios, de no dar pie a conocer a personas nuevas que puedan entrar en su círculo.
Suelen ser personas retraídas, muy sensibles y emocionalmente inestables, con dificultades para las relaciones afectivas y duraderas y con graves problemas de autoestima.

Para ellas la solución es el aislamiento... poco a poco se van sumergiendo en su mundo interior, -muy rico por cierto, dado que suelen ser personas con profundidad, creativad y extremadamente perceptibles a las emociones ajenas- donde se sienten más protegidas y con más control.
Pero esto lo único que prolifera es más autoengaño y una pseudosatisfacción errónea, pues la autosoledad solo nos autoengaña.
Cuando uno toma la decisión de estar solo, es una opción como otra cualquier. Yo puedo optar por disfrutar de una tarde en compañía de alguien y/u optar por disfrutar de mi propia compañía en soledad.
Esto son matices muy importantes de percibir, porque no tomo la decisión en base a una inseguridad o un estado de ansiedad latente por un hecho que aún no ha ocurrido, sino por la propia decisión personal, racional y de convicción de que prefiero una opción que otra.
Y por ese mismo miedo de no ser aceptados, muchas personas se aíslan.
Pero también existen otras que les tienen miedo a la soledad, que no pueden estar solos y "necesitan" a alguien, constantemente. Estas personas prefieren relacionarse con amistades sin fundamento, o relaciones amorosas sin ningún futuro por sentir que alguien las necesita, las quiere...

El problema de aferrarse a este tipo de relaciones, es que no ahondas realmente en ti, porque estás demasiado pendiente de mantener esa relación para no hundirte, de sentir que alguien no puede vivir sin ti.
La cuestión aquí es que te pierdes en ese camino, porque vives la vida de otra persona, sin conocerte a ti misma. y la búsqueda constante de tu esencia debería ser lo más importante, sino es imposible que generes lazos afectivos sanos con las personas de tu alrededor, porque siempre esperarás que los demás te den eso "que a ti te falta", que al fin y al cabo es más confianza y autodeterminación.
¡Tu autoestima!.


lunes, 28 de marzo de 2016

Colapso mental

Quiero escribir desde hace días y cuando empiezo a abrir el blog y veo que quiero modificar el diseño del mismo me tiro como 2 horas haciéndolo, para al final acabar por recuperar el diseño básico, modificando un par de cosas.

Vamos, que llevo dos horas sentada delante de este ordenador, averiguando si después de ese tiempo me gustaba más el diseño que he modificado trescientas veces o el primero de todos, el que hice cuando diseñé este blog y que me surgió y fluyó sin más.
Conclusión, a veces resulta más agotador rediseñar algo que mantenerlo.

Pero me ha ido bien, porque me he dado cuenta que al acostumbrarme al otro diseño no había modificado ciertas cosas de mi blog, como el diseño de la letra, o los colores que quería hacía tiempo cambiar.

A veces, es necesario cambiar, aunque el resultado no sea el que tu esperabas, seguro que habrás aprendido algo nuevo.

Así que después de mi nuevo diseño, quiero una nueva entrada de blog. Y quiero hablaros precisamente de eso, de los cambios, tan necesarios en nuestras vidas y a veces cuánto nos cuesta hacerlos.

Desde que comencé a escribir este blog, me di cuenta que era algo que necesitaba, pero no lo supe percibir hasta que empezó a darme ese gusanillo constante de querer actualizar entradas nuevas.
Porque siempre me ha gustado escribir y siempre lo había utilizado como una herramienta en los días en los que una se encuentra un poco más perdida. 
Igual no tenía una persona con la que poder expresar mis ideas delirantes en ese momento, pero al escribirlas y plasmarlas en papel siempre sentía un alivio... y eso es lo que me pasa cuando pienso en cientos de cosas y puedo escribirlas aquí. 
Es una terapia que llevo usando durante muchísimos años, pero a la vez me di cuenta que tal vez con mis palabras podría ayudar a otras personas también a aliviarse, a tranquilizarse al pensar que hay otras personas que sienten o piensen igual que una misma, que también tienen miedos e inquietudes, que les apasiona escribir y que no hace falta tampoco ser una profesional para hacer lo que te gusta.
Yo llevo escribiendo desde hace muchísimos años, desde que tengo uso de razón y tuve un bolígrafo y una libreta, no recuerdo momentos en mi vida importantes que no hayan sido plasmados en una hoja.
Hay personas que son muy hábiles con las palabras, que transforman una idea y la hacen crecer de una manera maravillosa, creando personajes, historias cotidianas, relatos cortos, largos, que te traspasan, te marcan.
Nunca he llegado a plantearme escribir un libro, creo que hay que dedicarle mucho tiempo y mucho cuidado en cada capítulo, pero si que es verdad que siempre me ha apasionado la poesía,  los relatos cortos o los micro cuentos me parecen fascinantes porque soy una persona de alargar mucho todo, las palabras y adornar las frases y darles mil vueltas. por eso me resultaría complicado tal vez encuadrar una historia, pero con la poesía me resulta algo fugaz.
Escribo, lo suelto, lo impregno y fluye.
Dicen que los escritores estamos un poco locos, pero yo solo encuentro la cordura cuando escribo.

Ahora bien, como podréis comprobar vuelvo a irme por las ramas, resulta que siempre me pasa, quiero explicar tantas cosas que todas se mezclan, pero volvamos al punto de partida.

El colapso mental.
Ese momento en el que has de parar la mente porque no sabes si avanzar, retrasar o pararte.
Pues hay que frenar.
Cuando frenas, respiras, vuelves a tomar conciencia de ti y de todo lo que te rodea.

Eso es lo que me había sucedido hace un par de horas. Ahora que mi objetivo era escribir una entrada de blog, veo que la cosa va fluyendo. Porque no tenía ni la menor idea de qué escribir, solo sabía que he acabado un libro que me ha encantado, que tengo proyectos personales y que tenía muchas ganas de contarlos.

El libro que me ha dado tanta satisfacción se llama "Come, Reza y Ama".
Es un libro que han dividido en 3 partes, y cada una de ellas te enseña un destino y una serie de situaciones. lo que más me ha llamado la atención es lo identificada que me he sentido con la protagonista, una mujer de 30 años, con "colapso mental", que se va a descubrirse a sí misma, lejos de su país, a encontrarse y a recuperar todo lo que ha perdido por el camino, despojándose de ataduras, de relaciones tóxicas y dependencias que lo único que hacían era bloquearla y mantenerla parada.

Lo curioso del asunto es que lo primero que descubres con el libro es lo importante que resulta estar sana físicamente, porque aveces aunque una haga el esfuerzo por cuidarse y arreglarse, la fachada es más cuestión de cambios fisiológicos y biológicos. por mucho que una se maquille y se compre ropa nueva, si no cuida su alimentación, no avanzamos.

Luego el deporte que siempre es algo necesario y fundamental para estar bien con tu físico. Y apartir de ese equilibrio físico, es cuando empieza a moldearse ese equilibrio espiritual.
Yo nunca he sido re rezar, y creo que la Fe es más una percepción de tu propio YO.
Es decir, no creo en las religiones ni en los dogmas, pero creo en la fortaleza de creer en una misma. De tener Fe en ti y luchar por conseguir tus metas. 
Y este libro del que os comento precisamente me gusta por eso, porque da protagonismo a toda esas pequeñas fases tan necesarias en la vida y que no has de saltarte.
Porque, si quieres volver a enamorarte, lo primero que has de hacer es enamorarte de ti misma.
es imposible que enmedio de un "colapso mental" en el que no sabes ni hacia dónde ir, aparezca la persona perfecta y adecuada para ti.
y le doy imprtancia a ello porque creo que es importante amarnos y amar. Al fin y al cabo, sin amor esta vida no tendría mucho sentido.
Y no me refiero a amar a alguien como pareja sentimental, sino amarlo todo.
Empezando por una misma, por las cosas que te gusta hacer y las personas de tu alrededor.

Yo muchas veces empiezo las relaciones al final, en vez del principio. Es algo caótico, es como comerte primero el postre y acabar por el primer plato.
El problema resulta cuando solo quieres comerte los postres constantemente y no hay espacio ya para el primero plato.
Si las relaciones personales fueran así, solo viviríamos en el constante ir y venir de fugaces instantes de pasión, de lujuría y se acabarían. 
Una relación es algo más que todo ello.
Así pues, hay que enamorarse de una misma. Mirarte al espejo y verte preciosa recién levantada, alborotada, cuando sales de trabajar exhausta, cuando caminas sola por la calle o hablas con alguien.
Esos pequeños gestos y detalles que te enamoran son los que al fin y al cabo atraen a los demás.
Pero claro, si una misma no los puede ver, difícilmente los podrán ver otras personas.

Lo que sí me resulta fascinante son esas personas que tienen la magia de enamorar una y otra vez. Personas que siempre las ves con parejas, que mantienen unos lazos bonitos pese a pasar luego por una ruptura.
Yo es que cuando rompo con una persona me pasa eso, que se rompe todo, lo corto por lo sano. Supongo que resulta a veces más fácil para olvidarla, aunque en el fondo lo importante es aprender algo de todo ello.

Todo el mundo te enseña algo en esta vida, y las relaciones personales son fundamentales para tu propio crecimiento personal.
Aunque también he de decir que muchas veces una necesita estar sola. Sola en el sentido estricto de la palabra. Un espacio para ti, para tus proyectos personales.
Cada vez te resulta más placentero estar a solas contigo misma y darte cuenta del tiempo que inviertes en los demás y en ti.
A mí me encanta estar sola, me gusta estar conmigo misma y cada vez me resulta menos gratificante en muchos momentos estar rodeada de personas, solo por el simple mero hecho de "estar", o por no estar sola, de socializarte porque "es lo que toca".
Creo que una ha de aprender a disfrutar de la vida sin la necesidad de depender constantemente de los demás. 
Conocer gente siempre va a ser algo positivo en nuestras vidas, pero delegar en los demás tu tiempo, es desperdiciar valiosos momentos de autoconomiento.
Muchas veces nos enfrascamos en conversaciones vanales o situaciones que no nos aportan nada por el simple miedo de estar solos.
Obviamente estar o no estar sola siempre ha de ser una opción, no una imposición.
pero yo creo que cuando una se centra en sí misma y en sus proyectos, todo va fluyendo de manera más armoniosa. 
Yo ahora que estoy más centrada en mi vida, en mis estudios, en estar bien físicamente, en mi autoconcepto, en centrarme en mí, no tengo tiempo de enamorarme, la verdad. 
No es mi momento. porque todo me resulta demasiado frío, y yo soy una persona muy emocional y romántica. Y quiero emoción en mi vida. Así que he decidido dármela yo esa emoción y deleitarme con mi propio amor. 
Y si llega la persona, ya llegará. Y si no llega, no hay problema porque hay tantas personas a las que expandir mi amor que eso da más que de sobras.
Así pues, en este post os invito a incluír en vuestro repertorio matutino de rutinas el "autoenamoraros".


domingo, 27 de marzo de 2016

El regalo de la espera....


Cuando la vida te da el regalo de la espera.
El regalo de anhelar algo, pero saber que en ese preciso momento no será el momento adecuado para amarlo, para cuidarlo y para asumir esa gran responsabilidad que conlleva adquirir lo que has estado buscando tanto tiempo, la espera que tanto tiempo te haya llevado a este estado latente de “contención”.
Porque, ¿cómo contienes tanto amor durante tantos años? El amor en un constante borboteo, fluye y se expande por todo nuestro ser, para tocar ínfimamente lo que nos rodea, a los que nos rodea, para llenar de nuestra fragancia cualquier recoveco que nos pueda recordar el camino de vuelta.
Y entre tanto amor por doquier, seguimos pensando en despertar de esta letanía, de esta contención, para abrazar esa espera, para cuidarla, para mimarla, para amarla por encima de nosotras mismas.
La vida, sabia como solo ella sabe poseer tanta envergadura de haceres y quehaceres, nos hace partícipes, una vez más de la fuerza y grandiosidad de la misma.
Y en esa fuerza nacemos, crecemos y nos elevamos ante ella, honrándonos cada día, mejorándonos y amándonos mejor, para que todos los pequeños y grandes pasos que demos en ella nos sean recompensados con creces y triplicados a la hora de alcanzar nuestros sueños, los reales, los maravillosos pensamientos y emociones que fluyen dentro de nosotras y que con esmero, paciencia y constancia, con amor y complacencia hacia nosotras y bondad, conseguimos expandir ese gran amor hacia nuestro interior.
La vida nos está regalando más que espera, hoy por hoy. Nos está regalando la vitalidad de la madurez y la experiencia de perdonar, de amar, de olvidar y de crecer.

domingo, 6 de marzo de 2016

Pensamientos bloqueo

En algunos momentos de la vida (demasiados en algunas ocasiones) nos dedicamos a pensar.
Y digo demasiadas veces porque la mayoría de esos pensamientos son repetitivos, no son nada productivos y merman cualquier posibilidad de que entren nuevas ideas.
Y, como estoy tan segura de ello? Pues porque mi mente viaja a través de esos pensamientos constantes una y otra vez.
Por ejemplo, quería añadir una nueva entrada de blog desde que comenzó la semana.... Y aquí me véis, a punto de finalizar la semana, lo que viene siendo como estudiar un día antes del examen.
Por qué? Porque me he dedicado a remover esos pensamientos repetitivos en mi cabeza hasta que fueran eliminados, no me dejaban escribir, con la de grandes ideas que tenía en mente y yo misma estaba dejando que me bloquearan...
No os pasa eso a veces con las decisiones que tomáis? Con la interpretación de las cosas?
Es decir, hay millones de ideas en la mente de las personas, algunas tienen ideas constantemente (no digo que todas sean productivas) pero el mero hecho de tenerlas ya está haciendo que nuestra mente trabaje, imagine, gestione, planifique y deje de pensar en otros pensamientos nada gratificantes (esos que no paran de bloquearnos con nuestros miedos e inseguridades).
Yo tengo un aluvión de ideas esta semana! Podria escribir 5 entradas por lo menos sobre ellas. Pero las reduciré en esta.

Miedo.
Eso es lo que tengo la mayoría del tiempo cuando quiero hacer cosas. Porque? Por el simple miedo de fracasar.
Y porque tenemos miedo de hacer lo que realmente nos gusta?
Es decir, no nos gustan estas ideas negativas de nuestra mente, al igual que no nos gustan las críticas de los demás.
Pero por qué creéis que es así?
Porque en el fondo, estamos supeditados, y anhelamos la aceptación, la aprobación y la satisfacción del trabajo bien hecho y reconocido que nos transmiten los demás.
Suena a poca personalidad, pero una de las razones que tenemos para continuar con nuestros planes o nuestros objetivos, muchas veces, es la satisfacción que nos hace sentirnos mejor ver que otras personas nos valoran.
El problema??
Que eso causa una responsabilidad mayor en los demás sobre nuestras propias acciones y pensamientos. Asi pues, ponemos en las manos de los demás todo el poder para frustrarnos o deleitarnos.
Es un grave error!!
Nadie puede tener ese poder, porque entonces volvemos a caer en la necesidad de aprobación de los demás, de los miedos e inseguridades... Y esos proyectos, esas ideas, se vuelven ilusorias o en su caso, dependientes de la aceptación del entorno.
Y al respecto, solo nos queda hacer una cosa. Romper.
Romper con esos pensamientos bloqueo que tanto daño nos hacen.
Hacer lo que nos asusta, rebelarnos con nosotras mismas, deleitarnos también y descubrirnos.
Esto es muy sencillo de escribir, pero a la hora de ponerlo en práctica es desde luego un auténtico fastidio.
La mente siempre va a preferir las cosas fáciles, automáticas, las que ya ha interiorizado, aunque sean dañinas y tóxicas.
Por eso muchas personas tienen miedo de darle fuerza a esas nuevas ideas, de darles forma, de darles alas... Creen perder el control de lo que conocen, pero es precisamente en ese instante cuando se transforman en aquello que poco a poco son.
Fuera el miedo.

Es indiferente si tu entorno aprueba o no esas ideas delirantes, porque nada va a hacerte más auténtico que permitirte el placer de poder darte capacidad de inciativa.
Si utilizasemos toda esa energía que dedicamos en repetir esos pensamientos bloqueos, en reinvertirlos, transformarlos, y construir ideas, proyectos, acciones... Aunque no fueran lo que un principio visualizamos dentro de nosotros, acabarían por ofrecernos una visión distinta de nosotros mismos e incluso una mejor versión.
Alguien me dijo una vez qué, para obtener resultados distintos, había que hacer cosas distintas.
Repetir nuestros propios patrones no siempre es la mejor respuesta.
A veces para aprender a volar, hay que saltar (y no me refiero a tirarse uno desde su balcón) sino a experimentar lo que hay dentro de nosotros y ofrecerlo al mundo sin miedo.


miércoles, 24 de febrero de 2016

Las intermitencias de la vida


A veces es difícil mantener una postura y no me refiero solo a las del Yoga, sino a las posturas mentales.

Las conjeturas que nos hacemos todos en una determinada situación, o en un contexto determinado e intentamos que esa postura sea firme y valga para cualquier molde....


Pero, ¿os dais cuenta que eso es imposible?
Vivir eso es una constante quimera. No podemos ser la persona que creemos mentalmente ser a cada momento y en cualquier situación "cómo deberíamos", porque creo en el fondo de mi corazón, que cuando dejamos de intentar mantener esa "constante postura incómoda", y dejamos que nuestro cuerpo fluya, nuestra mente fluya, sin ataduras, sin el qué dirán, sin "esto debe ser así", somos más "nosotros".

Ese nosotros que no es quimera, que es real, que es invisible a los demás, pero tan perceptible.
Lo visualizamos mentalmente, lo inhalamos, lo saboreamos en nuestro paladar, lo desciframos en nuestra mirada... esa es la postura perfecta del Yoga!

Ahora sí, intenta mantener la postura de saludar al sol 20 minutos más... a ver si eres capaz.

Porque todo cuesta tanto en la vida, hasta las posturas del yoga. Y cuando no somos capaces (cuando creemos que no somos capaces) nos cuesta más interiorizar esa fuerza dentro de nosotros, la voluntad.
La voluntad de avanzar, de aprender, de crear y de entender. que sí, que sí que podemos. Y
no es un eslogan político, este debería ser el eslogan de tu vida.
Otra cosa es que te levantes un día más tarde de lo normal y tu rutina cambie, tus posturas se moldeen y creas que todo se desmorona.
Tal vez ese día estés siendo tú realmente. Disfrutando de levantarte más tarde de las 9am, tomando el desayuno por más de 30minutos... viendo el sol por tu balcón, decidir que hoy no te maquillas... verte guapa con cualquier camiseta. 
Ese día has cambiado algo... y te has sentido diferente, tal vez e incluso mejor.
No has hecho nada extravagante, ni ilusorio, pero... has disfrutado de un maravilloso día con lo que has querido disfrutar, haciendo lo que te apetecía.
no lo que debías, sino lo que te apetecía, sin sacar el látigo por no haberte levantado a las 6am, ni haber estado 8 horas estudiando, o 4horas en el gimnasio... el sol llamaba desde tu balcón... ¿por qué hacerle esperar?
la vida es una constante luz, a veces se enciende más o menos, depende del enchufe.
Y solo tú puedes encenderlo a tu antojo.
Hasta en los días oscuros, puedes verla (esa luz).


martes, 12 de enero de 2016

Sonrisa

"La sonrisa expresa facialmente un sentimiento de satisfacción".

Y cuán de importante es la sonrisa en los tiempos que corren. Es tan importante como darla y recibirla a la par.
A veces uno cree que no tiene motivos para sonreír, y de repente, algo durante el día te ofrece la oportunidad de disfrutar de esa sonrisa ajena, de esa que te transmite, que te hace recíproco devolverla, que te sale de dentro y te relaja, te satisface, te proporciona placer.
Y otras veces vivimos incautos, dormidos en nosotros mismos, sin regalar a los demás eso que nosotros tanto necesitamos... sin dar y sin recibir.

En muchas ocasiones pienso en la gran fortaleza de una sonrisa, en cómo se activa esa parte de nuestro cerebro que anhela ser un "loco" de esos que caminan descalzos por la calle, con el alma desnuda, sacando lo mejor de ellos, sonriendo por doquier, sin la necesidad de sentirse juzgado y coaccionado por las miradas de los otros, de esos que no saben dar, de los que nunca reciben sonrisas, de los que los llaman "locos"...

Yo también quiero ser "loca", como lo son los niños, que ríen sin cesar, que te sonríen en medio de la calle, que se ponen a carcajear sin importarles lo de su alrededor, que disfrutan y viven ese momento, ese instante tan satisfactorio...

Y nosotros, volviéndonos tan adultos, tanto, que dejamos de hacerlo.
Dejamos de sonreír, de sonreír solos por la calle, de regalar sonrisas ajenas, de desnudar nuestra alma...

Hoy mientras paseaba por la calle, me fijé particularmente en eso que siempre me llama la atención y que a algunos nos falta en nuestro día a día: la sonrisa de un niño.

La sonrisa ajena de aquellos que tienen todo el mundo por delante, y que son capaces de sonreír en cualquier situación, que verlos te transmite esa alegría.
Y no eran unos niños cualquiera, sino hijos de inmigrantes, con distintas costumbres, distinto idioma, distinto color de piel, distinta religión...

Y todas esas diferencias tan marcadas en esta sociedad y tan obvias a simple vista, que yo solo podía ver lo que me estaba transmitiendo.

Y yo que solo podía ver sus dientes blancos, relucientes, esa boca abierta de par en par, llenos de risa y alegría, enviándome a mí toda esa luz, y solo podía percibir lo que nos unía, la inocencia de la niñez. Y me devolvían a ese estado de locura de nuevo, y les enviaba mi sonrisa y se quedó ineludible durante todo el día en mí...

Así que gracias a ellos, hoy he vuelto a sonreír.