Powered By Blogger

jueves, 1 de diciembre de 2022

Me recuerdo

 Hoy me recuerdo lo fuerte que soy. Lo importante que soy para mí. Me recuerdo a mí misma todo lo que perdido y todo lo que he ganado. Me recuerdo a mí misma, la importancia y el valor de lo que tengo y mucho más de lo que he hecho y hago para mantenerlo. Me recuerdo a mí misma, que está permitido estar mal, sentirse mal y pedir ayuda. Me recuerdo a mí misma, que ser vulnerable no es antónimo de fuerte, que ser sensible, no es ser frágil, que ser diferente no es ser minoría. Me recuerdo a mí misma la importancia de la fuerza de voluntad. Me recuerdo a mí misma, la necesidad de levantarse cada día con un propósito. Me recuerdo la importancia de llorar y sanar, pero también reír y disfrutar.

Me recuerdo la importancia de comprenderme y aceptarme, no a través de la validez del otro, sino de mi ser. Me recuerdo a mí misma lo necesario de hablarme bien, cuidarme bien, quererme bien. Me recuerdo a mí misma la importancia de no compararme, ni cubrir expectativas de nadie.

Me recuerdo la importancia de no juzgar y permitir aceptar el fallo del otr@ y el mío propio.

Me recuerdo la importancia de mirarme en el espejo, aunque duela, aunque no siempre sea agradable, y pese a eso reconocerme.

Me permito tener vacíos existenciales, cuestionarme dónde estoy, cómo soy y lo que siento.

Me recuerdo la importancia de tratar bien al otr@, tomando consciencia de las heridas internas que tod@s tenemos. Me recuerdo la importancia de perdonar, de no tener rencor. Me recuerdo la importancia de poner límites, de mantenerlos por encima de todo, de no quebrantar mi autoestima.

Me recuerdo a mí misma, darle valor a mi tiempo, de tomar consciencia del tiempo de calidad que me ofrecen.

Me recuerdo a mí misma, la oscuridad que hay en mí, y la inmensa luz. 

Me recuerdo a mí misma, la importancia que tiene parar. Me recuerdo a mí misma, la importancia que tienen mis dones, focalizarme mi energía en los dones que tengo y no en mis carencias.

Me recuerdo a mí misma la importancia de nutrirme de personas que me transmitan energía positiva, buena y ser parte de una de ellas. 

Me recuerdo a mí misma ....

sábado, 26 de noviembre de 2022

Mi yo del pasado

 Estos días estoy reflexionadno mucho, o tal vez pensando y pensando y pensando... mucho

en mi YO del pasado. 

Recuerdo esa niña tímida, muy introvertida, muy sensible, extremadamente sensible, que se odiaba, que  no reconocía su cara, ni le gustaba, que no tiene recuerdos bonitos de su infancia. Que durante muchos años no pudo reconocerse, ni quererse ni cuidarse.

Han pasado muchos años de esa niña que comenzó a crecer con sus traumas, sus miedos y sus inseguridades. Esa niña que creó un mundo paralelo en su mente, evocando toda su rabia en un papel, una adolescente que no tenía miedo a nada, que traspasaba cualquier límite, que se retaba constantemente, que una y otra vez se enfrentaba a todos y a todo. Pareciera que luchara consigo misma...


Esa adolescente que probó y se arrojó al abismo, que alimentó su parte oscura, la única que le hacía mantenerse de pie; esa adolescente que mientras iba descubriendo lo cruel que era el mundo, más se ensombrecía.

Pero no sabía que llegaría un punto, o tal vez ella misma quiso llegar a su límite, para poder tocar el final del abismo y darse cuenta que nadie iba a poder salvarla de sí misma. 

Nadie estaba dentro de ella; nadie podía entenderla ni comprender por todo lo que ella había pasado, por todas las viviencias internas que su mundo parelelo creó y diseñó. El mundo exterior era demasiado crudo, oscuro; nunca se adapató a él. 

Esa adolescente vivía en 2 realidades. Una era una chica rebelde, apasionada, impulsiva, a evces maleducada, sin límites, que pasaba de todo, que no tenñia respeto por nada, ni por ella misma. Solo quería vivir el día a día; disfrutar de la vida, bailar, salir y estar lo menos posible en casa. Ocupaba su tiempo en trabajar y estudiar, era activa.

La otra realidad estaba dentro de ella. Los pensamientos que tenía, lo que anhelaba, cómo visualizaba ella el mundo de fuera, cómo lo percibía e interpretaba... analizaba cada paso de cada persona, cada gesto, cada mirada, la entonación, la forma de caminar. Era como si tuviera los sentidos aumentados, todos, el tacto, el gusto, el olfato, la vista, la percepción de todo se maximizaba. 

Podía e incluso ver translúcidamente el alma de las personas. Veía lo que voz no podía decir, ni expresar. Sentía de maneras inimaginables... era cosnciente de que tenía un don. Conectaba a través de la percepción sensorial con las personas, la empatía se magnificaba hasta tal punto que hacía daño, dolía y sufría muchísimo. 

Porque las emociones eran tormentas en sus ojos y sus oídos. Su latido aumentaba, las palpitaciones en las manos, su respiración. Su mente no paraba de centrifugar ideas, pensamientos, en constante movimiento cíclico. 

Y esa chica aprendió algo valioso y doloroso también.

Su mundo interior no estaba preparado para el mundo terrenal. Su hipersensibilidad era un don, pero también un castigo. Podía sentir las emociones de las personas que le rodean, de manera muy vívida, como si fuera ella misma quién las estuviera sintiendo... 

Pero las personas de su entorno, no podían percibirla de la misma manera y eso hacía que sintieran rechazo, muchas veces se alejaban más. Porque ella reaccionaba, muchas veces no podía sostener la emoción que emanaba de la otra persona, y la confundía con la suya. 

Le costó muchos años asumir la responsabilidad de sus emociones, de acogerlas y amarlas, de comprenderlas y cuidarlas; de dejarlas ir también. E inlcuso las negativas o malas.

Discernirlas, poder separarlas de las emociones de los demás. No hacerlas cómplices. 

Esa chica acabó madurando, creciendo, dolorosamente. Guardando ese secreto dentro de sí. Porque con los años, se dió cuenta que las personas de su alrededor, no estaban preparadas, para sumir su carga, ni para asumir el peso de las emociones. 

Le costaba conectar con las personas; ya desde muy joven. Siempre fue muy intuitiva, percibía a las personas. Le gustaba hablar y comunicar su manera de pensar, y expresarse y poder decir todo lo que su universo emanaba. Pero muchas de esas personas la rechazaron, no comprendían ni tenían la capacidad de ver más allá.

Por eso con pocas conectaba de una manera íntegra y completa. Con los años se dió cuenta que debía estar más tiempo a solas, consigo misma. A solas pero sin estarlo. Abrazando la soledad buscada. Dándose espacio para estar con ella misma. Para quererse, cudiarse, escucharse, reflexionar. 

Intentaba crear herramientas para sobrevivir,  para autogestionarse. 

Se estudió a sí misma durante años, empezó a no culparse de las cosas ni de las siutaciones. Se dió la responsabilidad que debía, maduró emocionalmente, se dio su espacio y su tiempo. Se analizó, se cuestionó y se comprendió. 

A veces se castiga, se daña y se humilla. Pero se permite darse ese espacio para volver a ella. 

 

Y esa YO del pasado; vuelve a recordarme todo el camino vivido; dónde empezó todo y hasta dónde he llegado. Las cosas que aún quedan por vivir. 

Darme valor como ser humano. 

Gracias por cuidar de mi. 


Enviar

 Estoy intentando comprender por qué vuelvo a ti.


Volver a ti, una y otra vez. Volver...

Como decía la canción, con la frente marchita.

Tengo hasta el corazón marchito. Me rompiste en añicos, me hiciste más vulnerable y ahora ya no quiero que me salven. No noto nada cuando me abraza alguien. He perdido la líbido, las ganas de amar. Me dejaste rota.

Pero vuelvo a ti. Vuelvo a ese espacio roto 

Pensamiento intrusivo

 Pensamientos...

El pensamiento que se repite una y otra vez en mi cabeza...

Te echo de menos. Lo pienso  y lo siento así. Por momentos vacía, por momentos, evito alimentar a ese gran monstruo, el pensamiento intrusivo de ti. Tu ser, tu presencia, tu actitud, tu manera de relacionarte. 

A veces pienso en ti, y recuerdo momentos buenos, no puedo evitarlo, pero no consigo mirar tus fotos, ni quiero tener recuerdos de ambos juntos, me escuece.

11/11/21

Hoy volví a pensar en ti... y lloré como hace 3 días. Pudo ser la copa vino, o pudo ser también que la opertura de mi pecho se abrió.

Puede ser que fuere que necesitaba abrir mi corazón, dejar salir ese sentimiento, poder llorarte en calma. 

Todo es un recuerdo de ti. Como si no hubiera ya un pasado, como si hubiera  un antes y un después  de ti, de mi mundo...



jueves, 15 de septiembre de 2022

Hacer, ser

Llevo mucho tiempo triste... no sé muy bien cómo expresarlo. Me cuesta mucho ir a trabajar a veces, hacer cosas con gente, salir a la calle... sobretodo por la tarde, por la tarde-noche es cuando tengo más ansiedad.

Empiezo a tener muchos pensamientos bucle, vuelvo a tener obsesiones con personas y situaciones que no me dejan ni dormir. Entro en ansiedad constantemente, comienzo a hacer prácticasno actitudes de evitación, de apego dependiente, ansiosas, con actitud de idealización y devaluación del objeto y /o persona, y muchas veces, esos sentimientos de vacío y desesperación,  lo debo cubrir con la comida. Me envuelve la apatía una y otra vez.

Y vuelvo a recriminarme por qué no hice deporte, por qué comí aquello, mientras me miro en el espejo y poco a poco se va difuminando lo que he ido construyendo todos estos años, o yo misma me creo ese sentimiento. Es como si no reconociera el cuerpo que tengo, mis manos, mi forma, mi pelo, hasta la forma de mi cara ha cambiado. Me siento apagada, aletargada... siento que el trabajo está consumiéndome poco a poco: mis deseos, mis ganas, mis triumfos, mis ilusiones, mi cuerpo y mi mente...

Y no porque sea el trabajo en sí, sino todo aquello que lo conforma. Estoy pasando por una depresión!? Llevo tiempo en una ? Realmente quiero mantenerme de nuevo .... ?? De nuevo? 

Quiero levantarme temprano de la cama y desayinar tranquila q nunca lo hago, tener ese habito saludable, salir a la calle a pasear a Rufa. Irme a trabajar con la bici, volver a casa paseando y con ganas de sacar a Rufa, hacer deporte, leer un rato...

O tal vez hacer yoga y luego escribir... Debería montarme un planning de actividades, como cuando estudiaba, tal vez mantener una rutina de hacer y de sentir. Evitar las redes, realizar un ayuno intermitente que me permitiera sanarme, física y mentalmente. 

Pero, si me sé todas las respuesta a las cosas que debo hacer...

Por qué no las hago? 

jueves, 26 de mayo de 2022

La espera

 Hola sobrasada :) llevo meses intentando sanarme, sanar esas pequeñas grietas que tod@s tenemos en nuestro corazoncito cuando nos lastiman, nos hieren, cuando nosotr@s mism@s somos los que nos herimos y nos lastimamos. A veces cuesta mucho saber en qué momento, un@ pierde su camino, en qué circunstancias un@ deja de SER para discernirse entre sombras y traumas. 

Siempre he intentando conocerme y escucharme, no automentirme (aunque duela) y sobretodo intentar soltar cuando no es la persona ni el lugar dónde quedarse...

Contigo.

Después de dejarlo con el brasileño, me encontré en una espiral de emociones, desilusiones, de tristeza. Que te rompan el corazón duele y mucho...

Y yo estaba fuera de mí, solo necesitaba desconectar de ese dolor y no pensar (el autoengaño)

Y qué fácil se me hizo cuando te conocí. Llevaba más 10 años sin haberme enamorado de otra chica. Y apareciste tu y es por eso, que me cuesta tanto desvincularme de ti.

Me diste otra razón para no escucharme, otra excusa para no atenderme, porque tú me necesitabas más que yo a ti (o almenos eso creía yo) 

Por eso me dedicaba mis horas de sueño a ti,  por eso intentaba hacerte feliz, hacerte partícipe de mi vida, también inconscientemente, quería cubrir todos los espacios posibles, para NO para NO atenderme. Pero es que, enamorarme de ti fue muy fácil. Y no fue porque  me ofrecieras un proyecto común, ni porque tuviéramos experiencias compartidas o porque actuáramos y vibráramos la vida en la misma frecuencia, NO.

Era porque ambas nos encontramos en un momento de necesidad mutua. Yo de salvar, cuidar y sostener a alguien para no tener que comfrontarme con mi propio sostén.

Tú, porque necesitabas que alguien te recordarse que amar, también es de valientes.

Las 2 abrazamos nuestros traumas. Pero no los pudimos sostener ni acompañar.

Sé que no eres esa persona para mí. Porque si lo fueras, te esforzarías en VERME,  en ver lo que SOY y todo lo que te DOY sin que me pidas.

Pero siento que no eres capaz de verlo, ni de valorarlo, siento que tal vez, no te importo como tú me importas a mi.

Me duele... porqué tengo aún sentimientos, frustrados, encontrados, dicotómicos, tóxicos...

Y duelen porque todos me hacen separarme de ti todavía más. Y no consigo desvincularme de ti.

Siento que esta historia no quiero que acabe, porque quiero que me entiendas, que me comprendas. Y quiero llegar a ser capaz de hacer lo mismo contigo.

Quiero comprenderte, entender tu mente, ser capaz de descifrar porque cuando alguien te quiere, le alejas de su vida? Qué miedo atroz te impide poder expresar lo que sientes realmente?

Me dejas, como ahora. Intento acercarme a ti y cada vez te alejas más... y yo ya pierdo mi energía, mi vibra, mi ilusión y mis ganas. Pierdo hasta mi dignidad, por forzar quedarme en un sitio en el que nadie me ha pedido que lo haga.

Y ese sitio es a tu lado. Y soy yo la culpable. Eh ahí la culpa que me carcome. La culpa de no haberte podido descifrar, de saber si realmente te importo!!

Me siento en la sala de espera, contando los días que faltan para que me vuelvas a escribir ( si lo haces...) contando cuántas decepciones me faltan para darme cuenta que AHÍ NO ES.

Y espero una respuesta por tu parte. Espero que me digas algo, que me aleje de ti, que me vaya, que no te escriba, que no te quiera más o... quédate, abrázame fuerte, espera, quiéreme...


Pero no sucede nada,

NADA.

Y no puedo dejar de pensar que la respuesta la tengo YO, pero me resulta muy difícil decirla. Porque a ti te da igual todo esto... (quiero pensar que no...)

Pero aquí me ves, intentado de nuevo descifrarte. ¿No te das cuenta de todo lo que puedo ofrecerte? ¿No te das cuenta de todo lo que TU puedes ofrecer?

Necesito cerrar esta etapa. Porque seguir vinculada a ti siendo "esto" algo errático, sin definir, un tal vez "amigas", "un tal vez", "algo que viene de lo de después..."

Sé que tengo que dejar marchar la idea que tengo en mi cabeza de lo que ERES y abrazar la persona que VEO.

Pero veo tu SER, y tu NO. Y eso es lo que me angustia. Veo el potencial que tienes, y todo el amor que puedes dar (darme) y no lo haces...

No puedo quedarme estancada en esta historia, porque no puedo más.  Para mí no eres una amiga, porque no puedo contar contigo, ni una ex, con su proceso "del de después ", ni un  tal vez" porque esa esperanza es la que daña y hiere.

Siento, en el fondo de mi corazón que teníamos que conocernos, para darnos cuenta de que hay otras formas de vincularse con alguien, más allá del sexo, de los traumas,... más allá del miedo.

Pero no hemos sabido mantenernos.

El autocuidado es necesario pero la cura y el cuidado del otr@ también.

Contigo he sentido esa ambivalencia y desapego, esa evitación constante de querer sentir, de querer que alguien sienta por ti. 

¿POR QUE?

Porque no quieres que te quieran? 

¿Tal vez no sabes querer mejor y te asusta la idea?

Y no hablo ya de relaciones amorosas, sino del apoyo, el cuidado, el ESTAR POR EL OTRE.

Aportar y sumar. Es tan bonito...

Tu misma pones zancadillas a tus logros y a tus metas, las envuelves de miedo y de bloqueos.

Pero yo ya no quiero estar aquí.

Ya no me basta con esperar... ¿esperar a qué? Invierto demasiado tiempo y energía en pensar en ti, en intentar entederte. Y no me compensa.

Ahora, por ejemplo. Espero desde hace días a que me escribas, a que me digas de vernos, si o si una tarde... a dejar todos mis planes a un lado, como si tuviera que parar mi vida para almodarla a ti. Y lo haría, lo he hecho. Lo hago, porque es la única manera de acercarme a ti, y a la vez, me voy alejando más de mí misma...

Alguien que realmente  me valora no hace eso.

Y no compensa dejar de pensar en cómo gestionas estas situaciones, ya no compensa hacerme la tonta, ni la ingenua, dejar de pensar en todo lo que me estoy perdiendo...

En todas las personas a las que podría conocer que SI me valorasen.

Solo quiero despedirme de ti, y no lo hago porque quiera, porque me cuesta horrores no saber de ti. Pero hacerlo también me comfronta con esos sentimientos de desapego que tu misma generas y extrapolas.

Somos tan diferentes... que lo único que me queda es retomar mi vida y no dejarla en manos del azar, ni del cualquiera que no sea capaz de ver la mravillosa y gran mujer que soy.

Ojalá nos hubiéramos conocido en otro momento, cuando tú disfrutaras de mí, de mi compañía, cuando no te diese miedo amar y que te amasen. Cuesta tanto amar bien.


Te deseo lo mejor en esta vida, aunque no quiera volver a saber nada más de ti, de corazón. Ya está, sé que esto no te va a hacer reaccionar. Ya no elijes tu, soy yo la que elijo irme de aquí para no volver, porque AHÍ NO ES.



Adiós Laura.


miércoles, 27 de abril de 2022

Creando algo

Es frustrante ver que la vida solo depende de ti.

Es frustrante darte cuenta de cuánto dolor crea y diseña tu mente. De que las oportunidades de la vida se van borrando con cada paso que das, porque la vida es un principio y un final y no puedes cambiar el libro que te ha tocado leer. Puedes inventar párrafos, redescribir capítulos pero el principio y el final va a ser el mismo.

Lo frustrante de esto, es el poco control que tenemos ante la vida, puede que nuestras decisiones razonadas tengan un propósito de acción para todas aquellas personas que nacen con una mente racional, sin afectación, coherente.

Pero las que rasgamos el corazón a cada decisión y cada paso, nos herimos, nos vuelven a salir más cicatrices en el pecho y en el alma. Porque vivir a través de las emociones es altamente peligroso.

No hay corazas, no hay muros, no hay máscaras. 

Pero tampoco hay salvavidas, no hay huídas, no hay sostén que valga.

Todo es a corazón abierto y también él envejece, con el tiempo y la edad.

Empieza a dar más miedo ser así, sentirse poco aceptada. Da más miedo que haya caducidad en ciertas oportunidades, ya sea por edad, por salud mental... 

Hay un estancamiento mental, con 37 años de cómo es mi vida y cómo será.

Tal vez progrese y prospere, amplie mis experiencias vitales. Pero habrá esa carencia vital, -para mí- que nadie ni nada cubrirá. 

La tormentosa realidad de que estoy y estaré sola.

Y no asusta la soledad como tal, añorada, buscada y sanadora.

Asustan los momentos afectivos que no tendré, el proceso biológico de mi cuerpo que se paraliza, el abrazo una noche cualquier de un cuerpo a mi lado, los ojos de quien te mira por primera vez.

El miedo a estar sola se apodera de mí. Se apodera porque lo quiero, tengo que quererlo porque es lo que me va acompañar el resto de mi vida... y quererlo me asusta tantísimo... porque es la ratificación de que mi vida no está diseñada para procrear ni mantener los cimientos de una familia.

Y el dolor que siento por tener esos pensamientos, me anula como persona y como mujer.

Ya no es cuestión de encontrar a esa persona, ni tan siquiera siento y quiero relacionarme y establecer una relación sexoafectiva. No tengo ilusión alguna en encontrar a un ser humano capaz de amarme tal y como soy, porque tampoco siento yo, la capacidad de amar incondicionalmente a otro ser humano.

Y la razón por la que aún continúo viva es ...




domingo, 20 de febrero de 2022

Acte 3: Final

No necessito buscar les imatges del passat, per enrecordar-me dels fets.

El dolor traspassa els oblits, com la pluja que penetra fins els ossos, no hi ha lloc al món a on un es pugui amagar.

Només l'inconscient de la ment ens tanca totes les finestres i les portes de l'experiència malmesa, per no tornar a ferir-nos amb aquella vivència.

Ja tenim les marques del dol, la tristesa, la ràbia, el senseperdó.

Ens culpabilitzem de no haver sigut més valents, de no saber salvar a l'altra.

La meitat de nosaltres es queda en cadascuna de les persones a les que ens aferrem, l'altra meitat s'evapora, es regenera, es tranforma amb el pas del temps...

I el temps, que ens porta, ens dóna marge i espai. Ens deixa respirar de nou... ens deixa escoltar-nos de nou.

I un alè omple els pits, arrossega les llàgrimes dels ulls, les mans plenes de sabiesa, de lletres mai escrites, d'abraços no donats, de moltes nits desperta, recolzant la carona i deixant brotant els somnis, que adormeixen els mals pensaments, que enxeguen l'inventari de noves idees i oportunitats, i encara un segueix despert, intentant abans de morir, mantenir-se desperta. Desperta a la vida.

I permete'm dir-te, que el dolor en manté desperta. Encara sento, els colors, la llum, l'amor d'ella, el somriure i les rialles. Encara sento l'alegria, encara és un adverbi ple d'oportunitats.

Encara recordo lu important de la vida, crèixer, mantenir-se dempeus, valorar el Sol, la llibreta plena de poemes, el meu cos ple de ritme, el batec del cor, la meva respiració, un lloc al que anomenar llar. 

Encara "sento què mil oportunitats neixen en mi"

Encara que no creguis, que no entenguis, encara que sigui tard per tu. Tanca els ulls, escolta la teva cançó, queda't amb la sensació.

Som aus de pas. Pas de temps i resiliència.




sábado, 19 de febrero de 2022

ALICE

Contigo...

Mi pausa, necesito pararme. Cierro los ojos para escucharme, sentir lo que mi mente quiere enseñarme. Tengo un hueco cerrado, que a veces sale, que a veces me muestra mi oscuridad. Lo que me duele, lo que me frena. Me entierro en mí misma porque no puedo dejar que me veas así. 

Tan débil.

Yo que te vendo mi sonrisa, como una marca de fortaleza. Te vendo mi vida como una lucha constante de firmeza.

Y cuando estoy sola, me hundo y me miro al espejo sin saber a veces reconocerme.

A veces solo necesito pararme, parar, frenar la vida, detenerse, que se ponga en pausa. 

No puedo más. No puedo escapar de mí. Solo quiero respirar profundo, renovar mi aire,  oxigenar mis pensamientos y olvidar que no estás.

Y yo que soy solo fuego por dentro, me quemo sin tus palabras, y sin tu mirada. Me haces débil y vulnerable. Te alejas de mí y yo me voy alejando de mí. Como mercurio rompiéndose en pedazos al caer al suelo, me desvanezco, mi mirada perdida no encuentra consuelo. 

Me golpeo contra el suelo y no noto dolor. Me he anestesiado con tu ignorancia.

Pero a veces necesito golpearme, desconectarme, no sentir nada. Desenchufarme de mi. 

A veces solo me encuentro en mi dolor. 

Me recupero cuando me permito abrazar mi dolor, mi espacio de contención. No puedo estar por ti, estoy inmersa en mi dolor. No tiene razón ni lógica, solo siento que debo abrazarlo, y detener todo lo que va deprisa, la vida, tu...

Mi vida. 

No es una carta suicida tranquila. Aún tengo fuego que quema, aún no me he convertido en ceniza, aún resiste mi mente, aún mi cordura me devuelve a la vida. 

Aún creo que merece la pena sosterneme, pero debo poner pause.

PAUSA,

constante...

 

y tu das un paso hacia adelante y yo me retraigo. Y doy un paso hacia atrás, instintivamente me alejo todavía más.

 

Pero hay LUZ.

 


viernes, 18 de febrero de 2022

Marcharse a tiempo

Mi llave. 

La puerta entreabierta, tus ojos mirando por la mirilla. Me ves entre medias y te asusta abrirla de par en par. Y yo te ofrezco mi llave, por si decides marcharte a tiempo, que puedas cerrarla con rabia, con ganas, con pena.

Y si decides marcharte, que entiendas mis penas, mis cadenas, que no te quedes en el marco esperando a ver cuándo te fallo.

Tus ojos son el puente que me sostiene, mi locura.

Me da miedo ofrecerte en vano, no quiero marcharme y me estanco. Espero a que la mariposa florezca y yo me voy convirtiendo en larva.

Admiro tu resiliencia, me recuerda lo fuerte y resistente que era.

Me volví vulnerable a lo que no entendía de mí, dejé de escucharme por no ser honesta.

Y yo te exijo la honestidad que no me doy a mí  misma.

Te pido que me escuches y cuando hanla tu corazón, yo cierro el mío. 

Te pido ser todo lo que yo no pude conseguir sola, te (me) exijo que te (me) salves, sin saber cómo.

Te hago creer en una seguridad que ni tan solo yo misma puedo darte.

Me miré al espejo y cojí mi llave.

Me hiciste el mejor regalo y ni lo sabes.

Me hiciste comfrontarme con el reflejo, me ofreciste tu espacio, tu tiempo. Me diste la mano sin juzgarme, me ofreciste todo aquello que yo te exigía sin condiciones.

Me diste mi llave y la tuya. Sin compararte.

Tuviste miedo y aún así te quedaste...

Y me mantengo en el camino entre tu puerta y la mía. 

Ni sabes dónde vivo y yo que ya no tengo hogar, cuando no siento tu aliento a mi lado...e comienzo a cuestionar:

Y si decides marcharte a tiempo,

Cuando aún te siento, cuando se me eriza el vello, cuando me tocas y me muerdes.

Y si decido marcharme a tiempo,

Cuando aún quiero tus beso, cuando anhelo la madrugada y el sabor de café en tu boca.

Y si decides marcharte a tiempo,

Cuando aún te tengo ganas, cuando aún me gusta verte sonreír,  cuando aún te sigo admirando...

Y si decido marcharme a tiempo,

Cuando todavía te quedas mientras fallo, cuando me abrazas cuando estoy rota, cuando aún me escuchas.

Y si decidimos marchar a tiempo, la una de otra,  

Y si...



martes, 11 de enero de 2022

Para Amanda

Eres todas las mujeres que habitan en mí.

Eres la cálida mirada, eres fortaleza y delicadeza.

Eres todas las mujeres que habitan en mí.

La cálida luz que atraviesa la ventana de la habitación, y se posa en el vello de tu espalda,

Las mil batallas sostenidas por tus hombros.

Eres la mirada vigorosa, de aquellos ojos llenos de vida, que han visto oscuridad,

Que atraviesan mares y palabras,

Que camaleónicos, se adaptan al cambio estacionario.

Ojos que no son de paso... son hogar.

Eres todas las mujeres que habitan en mí.

Eres una tarde recitando a Gioconda belli,

Eres la sonrisa al descubierto,

La suave brisa que penetra en tu comisura,

La mueca errante de aceptación, 

Tu presencia llena de sabiduría,

Tu silencio que cuestiona mis creencias,

Mi vulnerabilidad ante ti...

Eres todas las mujeres que habitan en mí.

Eres mi susurro al oído, mi gemido en tu boca.

Eres la derrota y la resurrección, 

El hastío de la lucha y el comienzo.

Eres todo lo que dejas atrás, para renacer.

Eres el ego sometido a tu merced.

Eres el poder de 20 generaciones,

Eres mujer, poderosa y eterna.

Eres una indefinible, incuestionable alma rota...

Eres todas las mujeres que habitan en mí.

Eres la inspiración de mi escritura,

El garabato de mis labios en la pared,

La mancha de sangre en la colcha,

La copa de vino derramada sin querer.

Eres el disfraz para esconderte,

Eres una charla vespertina,

Eres honestidad hecha instante.

Eres el instante que despierta,

Eres el despertar de mi consciencia.

Eres el abrazo roto que cura.

Eres el gozo de la vida, la creación y el sentido de la misma.

Eres la Fe que me faltaba.

Yo te despido compañera mía,

Sabiendo que eres todas las mujeres que habitan en mí todavía...